Silvia Pinal, ícono indiscutible del cine mexicano y reconocida como una de las grandes divas de la pantalla, ha cautivado a generaciones con sus papeles inolvidables. Su legado en el cine incluye éxitos como María Isabel, El Ángel Exterminador y Rey del Barrio, consolidándola como una figura emblemática de la industria. Sin embargo, detrás de su éxito y glamour, su vida personal estuvo marcada por tragedias y conflictos que a menudo superaron cualquier guion cinematográfico. Uno de los episodios más polémicos y dolorosos en su vida fue su enfrentamiento con su hija, Sylvia Pasquel, provocado por un hombre que ambas amaron.
La relación entre Silvia Pinal y Fernando Frade fue breve pero intensa. Tras su separación de Enrique Guzmán y la trágica pérdida de su hija Viridiana Alatriste, Pinal encontró consuelo en Frade, un empresario que se convirtió en su pareja durante aproximadamente dos años. Sin embargo, la relación terminó abruptamente cuando la actriz decidió distanciarse al descubrir problemas de alcoholismo en su compañero. Lo que nadie esperaba era que este hombre regresaría a su vida de una manera completamente inesperada.
El vínculo de Sylvia Pasquel con Fernando Frade desató una tormenta familiar que marcó una profunda división entre madre e hija. Las especulaciones sobre una relación entre Frade y Pasquel comenzaron como rumores, pero pronto se confirmaron, dejando a Silvia Pinal profundamente dolida. La actriz no pudo contener su enojo al descubrir que su hija había iniciado un romance con su ex pareja. Según relata en su libro autobiográfico Estas soy yo: Silvia Pinal, la ruptura emocional fue devastadora. “Me dolió mucho, pero me dio más coraje con ella. Nos odiamos a muerte y le dejé de hablar durante muchos, muchos años”, confesó.
Pese al rechazo de su madre, Sylvia Pasquel decidió seguir adelante con la relación. En 1985, contrajo matrimonio con Fernando Frade, y juntos tuvieron una hija a la que llamaron Viridiana, en honor a la hija fallecida de Silvia Pinal. Sin embargo, la tragedia volvió a golpear a la familia cuando la pequeña murió a los dos años tras un accidente en una piscina. Este doloroso suceso marcó el final del matrimonio entre Pasquel y Frade, pero también fue el inicio de una reconciliación entre madre e hija.

Con el tiempo, Silvia Pinal y Sylvia Pasquel lograron superar sus diferencias, encontrando en la adversidad una razón para fortalecer su relación. Desde entonces, ambas han mantenido un vínculo más estrecho, y Pasquel se ha convertido en una compañera constante en la vida de su madre, acompañándola en eventos, entrevistas y presentaciones públicas. La relación madre-hija, que parecía irreparable, logró renacer.
Años más tarde, Sylvia Pasquel rompió el silencio sobre las críticas recibidas por su relación con Frade. “Las cosas fueron como se dijeron, pero en su momento se aclararon y se pidieron los perdones necesarios”, afirmó en una entrevista. Aunque reconoció el impacto que la situación tuvo en su familia, aseguró que los conflictos quedaron en el pasado.
Este capítulo en la vida de Silvia Pinal y Sylvia Pasquel es un recordatorio de que incluso las familias más emblemáticas enfrentan desafíos. A pesar de las heridas, el amor y el perdón lograron prevalecer, dejando una lección de resiliencia y reconciliación que trasciende generaciones.