La actriz compartió una experiencia que la llevó a cuestionar sus juicios y empatizar con las circunstancias de los demás.
Durante su participación en el programa ‘Netas Divinas’, la actriz y comediante Consuelo Duval relató un momento que marcó su perspectiva sobre los juicios apresurados y la empatía. En un viaje a Estados Unidos, vivió una experiencia incómoda con una cajera mexicana que, en un principio, se negó a hablarle en español. Sin embargo, lo que parecía un rechazo cultural resultó ser una situación mucho más compleja.
El incidente con la cajera
Consuelo explicó que intentó saludar a la empleada en español, esperando establecer un vínculo como compatriotas. Para su sorpresa, la joven respondió únicamente en inglés, aunque entendía perfectamente el español. Esto incomodó a la actriz, quien decidió marcharse del lugar molesta.
“Me lo entendía todo en español, pero no me respondía en español. Me empecé a enojar… hice mi coraje y me fui”, recordó Duval.
Más tarde, mientras comía, la cajera se acercó para ofrecerle una explicación. Entre disculpas, le confesó que su jefe le había prohibido hablar español bajo amenaza de despido.
El impacto de la revelación
La confesión dejó a Consuelo con un profundo sentimiento de culpa. Entre lágrimas, le pidió perdón a la cajera, reconociendo que había asumido erróneamente que se trataba de un rechazo hacia su idioma y cultura.
“Le dije: ‘Por favor, perdóname, mamacita, en mi mente sentía que estabas rechazando tu país y tu idioma, por eso me enojé’”, relató Consuelo.
Una lección de empatía
Para Duval, este episodio fue una llamada de atención sobre la importancia de escuchar antes de emitir juicios. “Entiendo perfecto, ni rechaza su idioma, ni rechaza su país, solamente no puede hablar en español porque ponen en riesgo su trabajo”, reflexionó.
Finalmente, la actriz reconoció cuánto se arrepiente de su reacción inicial. “Me arrepiento mucho, mucho, muchísimo, y me da mucha culpa”, concluyó, haciendo un llamado a la empatía y la comprensión hacia las circunstancias de los demás.
Esta experiencia se convirtió en un recordatorio sobre los retos que enfrentan muchas personas en el extranjero y la importancia de abordar cada situación con sensibilidad y respeto.