La vida de Lupita D’Alessio, además de estar marcada por su exitosa carrera en la música, ha sido testigo de situaciones personales difíciles, como se retrata en su serie autobiográfica “Hoy voy a cambiar”. A lo largo de los episodios, los espectadores han podido conocer más sobre los momentos más significativos de la vida de la cantante, narrados desde su propia experiencia. Uno de los aspectos que más ha generado interés es la complicada relación que mantuvo con su último esposo, Cristian Rommel, cuya historia está llena de engaños, abusos y traiciones.
La serie muestra cómo Lupita, en su deseo por encontrar el amor y sentirse acompañada, se vinculó sentimentalmente con Rommel, quien pronto se reveló como una persona tóxica y manipuladora. Según lo narrado en “Hoy voy a cambiar”, Lupita se vio envuelta en una relación donde fue víctima de humillaciones y abusos por parte de su pareja, quien además sostenía una relación con otro hombre mientras estaba casado con ella. Rommel no solo se aprovechó emocionalmente de la cantante, sino que también la utilizó económicamente, viéndola más como una fuente de ingresos que como una verdadera compañera de vida.
Los primeros signos de que Rommel no tenía buenas intenciones se revelaron rápidamente. El día de su boda, Lupita D’Alessio ya experimentaba las primeras muestras de desdén por parte de su esposo, quien llegó al extremo de sacarla de la habitación en su noche de bodas para poder pasarla con su “amigo especial”. Este acto fue uno de los tantos indicios de que la relación estaba construida sobre una base de mentiras y traiciones.
A pesar de los intentos de sus hijos por advertirle del error que estaba cometiendo al casarse con Rommel, Lupita continuó adelante con el matrimonio. Incluso uno de sus hijos, Jorge, llegó a confrontarla directamente diciéndole que su relación era una “gran mentira”. Sin embargo, cegada por lo que ella creía que era amor, la cantante no quiso escuchar y decidió seguir con su vida junto a su nuevo esposo.
Con el paso del tiempo, las acciones de Rommel se volvieron más abusivas. No solo la humillaba constantemente, sino que también la manipulaba psicológicamente, exigiéndole una gran cantidad de dinero a cambio de firmar el divorcio cuando la relación ya se había deteriorado por completo. En este punto, Lupita D’Alessio comenzó a cuestionarse a sí misma, preguntándose cómo había llegado a permitir que su vida se viera envuelta en tanto caos y abuso.
Finalmente, la cantante decidió enfrentarse a Rommel, quien en un arranque de violencia física llegó a golpearla. Este fue el momento decisivo para Lupita y su familia. Su hijo Cesarín, al ver la gravedad de la situación, buscó la ayuda de un amigo de la familia, Ernesto, quien intervino y logró alejar a Rommel de sus vidas definitivamente. Con su salida, la cantante pudo comenzar el proceso de sanación y reconstrucción de su vida, aunque las secuelas de la relación fueron profundas.
Esta etapa de la vida de la artista, llena de dolor y traición, demuestra la fuerza y resiliencia de Lupita, quien supo salir adelante a pesar de los momentos oscuros. Su historia, además de ser un testimonio de su lucha personal, también sirve como un recordatorio de la importancia de no permitir el abuso en ninguna relación, sea cual sea la forma que este tome.
