Joven relata que fue reclutado por organización criminal tras buscar empleo de seguridad

Luis, un joven mexicano, compartió su testimonio sobre cómo fue engañado y reclutado por el CJNG, donde vivió 11 días de tortura y entrenamiento forzado antes de lograr escapar.

En un impactante testimonio compartido en el canal de YouTube de Gusgri, un joven identificado como Luis relató cómo fue engañado y reclutado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más poderosas de México. Su historia comienza con una oferta de trabajo falsa y termina con una desesperada huida para salvar su vida.

En 2022, Luis, desempleado y en busca de oportunidades, encontró en Facebook una oferta laboral como guardia de seguridad. Tras contactar a la supuesta encargada de Recursos Humanos, asistió a una entrevista en Zapopan, Jalisco, donde le realizaron pruebas médicas y físicas. Le informaron que cumplía con los requisitos y que debía comenzar de inmediato una “capacitación foránea” en Puerto Vallarta.

Sin sospechar nada, Luis aceptó. Un Uber lo llevó a una central de autobuses, donde se reunió con otras 10 a 15 personas. Todos fueron trasladados a una casa de campo en Puerto Vallarta, donde la realidad los golpeó: no se trataba de un trabajo legítimo, sino de un reclutamiento forzado para el CJNG.

“¿Saben a qué vienen?”, les preguntó un hombre. Cuando algunos mencionaron los puestos de trabajo a los que habían aplicado, el sujeto les dijo: “No, pues no vienen a eso. Vienen a trabajar para ‘la empresa’”, refiriéndose al cártel. “¿Quién se quiere ir?”, preguntó, y aunque varios levantaron la mano, la respuesta fue aterradora: “De aquí no se va nadie. Si se van a ir, se van a ir muertos”.

A partir de ese momento, Luis y los demás fueron despojados de sus celulares y tarjetas bancarias, quedando incomunicados y sin recursos. Fue llevado a una casa de seguridad, donde conoció a ‘La Comandante’, una mujer descrita como “guapa” pero “estricta”. Le asignaron el apodo de ‘Tocino’ y le informaron que ganaría 3 mil pesos a la semana, pero sin derecho a comprar un celular, pedir comida o beber libremente.

Los días siguientes fueron una pesadilla. Luis fue sometido a un “ritual de bienvenida” en el que diez sicarios lo golpearon en el abdomen y la nuca, para luego abrazarlo entre gritos de aliento. Su rutina incluía entrenamiento físico, limpieza y memorización de códigos de operación del cártel. Cualquier error, como no limpiar bien el refrigerador, era castigado con golpes.

“Cada día que pasaba era una tortura… Yo soñaba que estaba en mi casa, con mi mamá”, relató Luis.

Después de 11 días, Luis y otros reclutas fueron informados de que serían enviados a un “campamento especial” en Zacatecas, conocido como ‘La escuelita’, para recibir entrenamiento avanzado en el uso de armas. Durante el traslado, Luis vio la oportunidad de escapar. Tras varios intentos fallidos de pedir ayuda, logró huir saltando un cerco de alambre y corriendo por zonas rurales hasta llegar a una gasolinera.

Con ayuda de la policía municipal, Luis logró regresar a Guadalajara, aunque mintió sobre lo ocurrido por miedo a represalias. Finalmente, se reencontró con su familia y decidieron mudarse para evitar ser localizados por el cártel.

Este testimonio revela las tácticas de reclutamiento del CJNG, que aprovecha la desesperación de jóvenes en busca de trabajo para engañarlos y convertirlos en sicarios. La historia de Luis es un recordatorio de los peligros que enfrentan muchos mexicanos en un país donde el crimen organizado sigue siendo una amenaza constante.

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