
La eutanasia de Peanut y Fred generó polémica en Nueva York y fuertes críticas contra las autoridades, quienes justificaron su decisión como medida de salud pública.
Peanut, la famosa ardilla de Instagram, y Fred, un mapache también rescatado, fueron sometidos a eutanasia por el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York (DEC), generando una fuerte reacción en redes sociales. Su dueño, Mark Longo, expresó su profundo dolor en un video emotivo, donde agradeció a sus mascotas por los años de compañía y lamentó no haber podido protegerlos mejor.
La decisión del DEC de sacrificar a Peanut y Fred se produjo después de que la ardilla mordiera a uno de los investigadores que inspeccionaba la residencia de Longo en Pine County, Nueva York. Las autoridades argumentaron que ambos animales compartían espacio con humanos, lo que incrementaba el riesgo de transmisión de enfermedades como la rabia, y señalaron que habían recibido múltiples quejas anónimas sobre la tenencia de animales silvestres en la propiedad.
Peanut, también conocida como “P’Nut” en redes sociales, se había convertido en una celebridad con más de 537,000 seguidores, quienes disfrutaban de sus momentos cotidianos junto a Longo. Su historia comenzó cuando fue rescatada tras la muerte de su madre, y aunque Longo intentó devolverla a la naturaleza, Peanut regresó herida, lo que lo llevó a cuidarla indefinidamente. Fred, el mapache, también era parte de esta comunidad de animales rescatados, lo que le brindó a Longo una base de seguidores que se han pronunciado en contra de las autoridades, acusándolas de actuar de manera “irracional”.
Longo expresó su enojo en redes sociales, señalando que “el internet ganó”, refiriéndose a quienes presionaron para que las autoridades intervinieran. Además, cuestionó el proceso y dejó un mensaje de descontento para aquellos que denunciaron la situación.

El caso de Peanut y Fred ha generado un fuerte debate en Nueva York sobre la tenencia de animales no convencionales y la necesidad de establecer nuevas políticas para proteger a los animales rescatados. Longo, quien dirige un santuario llamado P’Nuts Freedom Farm que alberga a más de 350 animales, espera que el legado de sus queridos Peanut y Fred inspire un cambio en la manera de legislar la relación entre humanos y animales silvestres.
Con el respaldo de miles de seguidores, Longo continúa su batalla legal en honor a Peanut y Fred, esperando que sus historias ayuden a sensibilizar sobre la importancia de la convivencia responsable con especies rescatadas y de proteger el bienestar de estos animales únicos y queridos.