Al llegar, los oficiales descubrieron a una bebé de 17 meses, identificada como Hannah Yonko, inconsciente y con signos de haber sufrido lesiones graves. Pese a los esfuerzos médicos, la menor falleció en el hospital.
Según las investigaciones, Canel Yonko, de 30 años, madre de la menor, es la principal sospechosa del incidente. Se cree que arrojó intencionalmente a su hija desde el balcón del tercer piso del Beachfront Palms Hotel, donde ambas se hospedaban.
Las cámaras de seguridad del hotel captaron el momento en que el cuerpo de la pequeña caía desde el edificio. Además, las autoridades hallaron evidencias que refuerzan esta teoría: una bolsa de basura en el garaje del hotel contenía un cuchillo, la llave de la habitación, juguetes de la menor y otros objetos personales.
El informe forense reveló que Hannah presentaba heridas consistentes con una caída desde altura, así como heridas punzantes en la espalda. Estos hallazgos llevaron a los investigadores a concluir que el caso no solo involucraba una caída accidental, sino un ataque previo.
En el proceso de investigación, se entrevistó a la hermana de Canel Yonko, quien relató que ambas estaban hospedadas en el Beachfront Palms Hotel junto a la pequeña Hannah.
Según su testimonio, la mañana del incidente, decidió salir para reunirse con su prometido en otro hotel, el Victorian Hotel, dejando a su hermana y sobrina en la habitación.
Al reencontrarse más tarde, notó que Canel empujaba el cochecito de la bebé, pero no vio a Hannah en su interior. Sin embargo, no sospechó que algo malo había ocurrido en ese momento.
Más tarde, Canel Yonko fue arrestada en un restaurante cercano, tras ser identificada como la principal sospechosa gracias a los testimonios y las imágenes de las cámaras de seguridad. Actualmente, enfrenta cargos de asesinato capital y permanece detenida sin derecho a fianza.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del trágico suceso.
