Colombia sigue conmocionada tras conocer los trágicos detalles del asesinato de Sofía Delgado, una niña de 12 años que perdió la vida a manos de Brayan Campo, quien ya ha aceptado su culpabilidad y está a la espera de la decisión judicial sobre su condena.
El suceso ha despertado un clamor generalizado por justicia, y la madre de Sofía, junto con sus familiares, exige cadena perpetua para el responsable.
Este impactante crimen tuvo lugar en el local de productos veterinarios que Campo atendía, donde sofocó a la menor para luego abandonar su cuerpo en un cañaduzal, lugar al que finalmente condujo a las autoridades tras más de 20 días de búsqueda. Durante ese tiempo, la familia de Sofía vivió momentos de angustia y desesperación.
Inicialmente, además de Brayan Campo, su pareja, Evelyn Rodas, fue señalada como posible cómplice. Sin embargo, posteriormente fue liberada por falta de pruebas, aunque continúa vinculada al proceso investigativo.
En los días posteriores al terrible asesinato que sacudió a todo el país, Evelyn Rodas rompió su silencio. En una entrevista con el creador de contenido Jay Alarcón, Rodas dio su primera versión pública de los hechos y explicó dónde se encontraba el día que ocurrió el crimen.
“No podía creer que estuviera involucrada en algo tan terrible. Fue difícil asimilarlo, ya que nunca imaginé estar en esta situación. Me enteré al día siguiente de la captura. Siempre le pregunté si sabía algo o si estaba relacionado, y él lo negó todo”, comentó.
Rodas también detalló su actividad ese domingo, cuando ocurrió el asesinato de Sofía Delgado, explicando que no notó nada extraño que pudiera levantar sospechas.
“Ese día ni siquiera estuve en la tienda. Los domingos de quincena suelo salir a hacer mercado. Solo pasé por la tienda a dejar una calculadora, pero no estuve allí más tiempo. El lunes, cuando volví, todo parecía normal, no vi nada que indicara que algo grave había ocurrido”, afirmó.
Finalmente, Rodas reveló cómo Brayan Campo justificó su salida de la casa para perpetrar el crimen, sin que ella notara nada fuera de lo común. “Él llegó a almorzar como cualquier otro día, luego llevó a mi mamá a su casa. Después de unos minutos, me dijo que iba a ver al mecánico. No recuerdo que me dijera algo extraño, regresó a los 15 o 20 minutos, se comportaba normal, se duchó y luego nos pusimos a ver películas”, relató.

